El libro primeramente me abrió los
ojos ante las cosas que solamente mirando detalladamente nos damos cuenta. Por
ejemplo habla sobre la manera en que los adultos corrompen a los niños, y la
manera en que, por medio del levantamiento de un personaje con que se
identifican, los niños pueden sentirse revolucionarios pero sobre todo lo que
más me pareció fue un método para llegar al conformismo.
Disney nos ha enseñado que los
menos afortunados somos y debemos ser pisoteados por aquellos que nacieron con
más fortuna, que la mujer siempre será una figura sumisa ante el hombre y, creo
yo que es lo más importante de todo, en Disney no hay una pirámide familiar
como tal.
No hay padres o madres, hasta hace
apenas unos años que Gooffy tuvo un hijo, pero aún así, la disfuncionalidad que
se practica dentro de un objeto comercializado para niños y niñas demuestra los
más altos niveles de tiranía.
Tal vez en este momento de mi
vida, ya puedo darme cuenta de las cosas, pero en algún momento no llegué a
notar la manera en que desde pequeña la parte tirana del tío Mc Pato formaba
parte de mi como de otros de mi generación.
La verdad es un libro bastante
interesante, no me agrada la manera tan tecnisista de abordar el tema de la
magia infantil, pero creo que tiene mucha razón. En la sociedad de aquella
época e, inclusive, en la actual, estamos adiestrando a los niños para que
vivan en una esfera de conformismo donde todo lo que importa es el dinero y
acercarse a los círculos más beneficiados de la sociedad.
Me agrado la idea de leer este
libro ya que ahora puedo notar más allá las cosas, que los estándares no han
cambiado y que, tristemente, seguimos educando a las generaciones jóvenes con
un ejemplo nefasto de lo que es y lo que debe ser.
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