martes, 12 de abril de 2016


Néstor García Canclini

Teorías de la Comunicación Latinoamericana
Exposición por:
Didier Esteban Balam Bote
Argeliz Noel Reyes Cano

En la primera mitad del siglo XX, Estados Unidos inicia interviniendo en Latinoamérica con su métodos de comunicación, sin embargo la "Alianza para el Progreso" creada por el presidente J. F. Kennedy, en los años 60 las teorías ya existentes no funcionarían y se empezaron a adoptar teorías que se adaptaran a la cultura de cada país de Latinoamérica. Debido a esto se toman las influencias de anteriores escuelas, en especial la escuela de Frankfurt y la de Birmingham, dando como resultado la escuela critica Latinoamericana con una ideología marxista - socialista.

Se crea en Latinoamérica la CIESPAL (Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación en América Latina) con el fin de investigar los procesos de comunicación centrándose en los efectos negativos. En los años 70 la UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura buscan estudiar los problemas de la comunicación.

Los estudios culturales en Latinoamérica se enfocan a pensar específicamente en la necesidad comunicacional de la cultura latinoamericana dentro del balance de comunicación surgen 4 campos de análisis. El primero influencia de la política económica internacional en el desarrollo cultural dependiente. El segundo políticas de los medios de comunicación, la democratización de la comunicación. El tercero, comunicación popular alternativa como base de la democratización de la comunicación. El cuarto el papel de los medios masivos en la transformación de las culturas nacionales.
               
Los estudios culturales latinoamericanos han intentado calcular los diversos fenómenos tanto culturales como políticos, a partir del estudio de las relaciones entre la comunicación y cultura, dentro de los investigadores más apreciados en el estudio cultural latinoamericano se encuentra Jesús Martin Barbero y Néstor García Canclini.

A diferencia de Europa y los Estados Unidos en donde las teorías de la comunicación se desarrolla a partir de la investigación científica y aportes de la psicología a la sociología; a Latinoamérica esta viene de la mano del desarrollo del periodismo y fue la experiencia y lo popular la protagonista de emergencia de los estudios culturales.

Néstor García Canclini
(nació en 1939, La Plata, Argentina)

Escritor, profesor, antropólogo y crítico cultural argentino. Ha desarrollado diversas teorías referentes a los temas consumismo, globalización e interculturalidad en América Latina.

En el texto Comunicación y consumo en tiempos neoconservadores, el teórico afirma que las investigaciones comunicacionales, centradas en las ciencias sociales, han hecho visible áreas del desarrollo cultural latinoamericano, en el cual se establece la relación entre consumismo y ciudadanía. El consumo, producto de la globalización, ha generado una nueva concepción de ciudadano, en tanto que la cantidad de bienes que una persona puede adquirir determinan el status social que ésta tenga y por ende el rol del ciudadano común, en términos de participación política (principalmente), depende de qué tan consumidor sea.

“La industria cultural es analizada como matriz de desorganización y reorganización de una experiencia temporal mucho más compatible con las desterritorializaciones y relocalizaciones que implican las migraciones sociales y las fragmentaciones culturales de la vida urbana que la que configuran la cultura de élite o la cultura popular, ambas ligadas a una temporalidad “moderna”; esto es, una experiencia hecha de sedimentaciones, acumulaciones e innovaciones. Industria cultural y comunicaciones masivas designan los nuevos procesos de producción y circulación de la cultura, que corresponden no sólo a innovaciones tecnológicas sino a nuevas formas de la sensibilidad, a nuevos tipos de recepción, de disfrute y apropiación."

Vivimos un periodo de crisis dentro de un proceso de globalización, en el que tienden a dominar las concepciones homogeneizantes y una cierta pérdida de sentido del interés general. En este contexto, los países iberoamericanos buscan sus propias fórmulas de intervenir, de definir sus identidades y de concebir su vida dentro de estos escenarios. Se plantea así la necesidad de incrementar el conocimiento de la cuestión iberoamericana, generando un espacio de reflexión y de compromiso.

“Pensar Iberoamérica” consiste en potenciar la aportación de Iberoamérica a los impactos de la mundialización de la cultura, definiendo los rasgos comunes y las características de los mismos que representan ventajas comparativas respecto a otros contextos apoyando la acción política desde orientaciones sustentadas en la reflexión intelectual y en el diálogo.

"Es la hora de globalizar la cultura" asegura García Canclini que sugiere pasar página en la discusión sobre las relaciones entre las naciones. La visibilidad y el respeto a las culturas nacionales serían el contrapunto a la globalización económica. Para él, resumir la globalización al dominio americano sobre la cultura es una forma de homogeneizar el pensamiento.

Desde luego, como se planteó varias veces, hay que ver a la globalización no solo como proceso empírico, sino también como cruce entre los modos en que se la imagina. No la imaginamos del mismo modo en Occidente y en Oriente, en el norte y en el sur, los indocumentados y los migrantes legales, los futbolistas, los gerentes y los políticos. En fin, hay muchos modos de imaginar, y esa dimensión que trasciende los procesos empíricos de la globalización aún es muy importante hoy y contribuye a que tengamos la sensación de que se realiza en mercados evasivos y opacos.

Desde finales del siglo XX varias disciplinas y corrientes de análisis cultural adoptan la noción de hibridación para designar procesos creativos en las artes visuales y la literatura: la mezcla de recursos tradicionales y modernos, artesanales y tecnológicos, de culturas locales e iconografías transnacionales, cada vez más frecuentes, llevan a emplear este concepto para referirse a las combinaciones de repertorios estéticos heterogéneos. También para reconocer la importancia creciente de formas y géneros híbridos en la música, como el jazz, el reggae y las muchas fusiones del rock con música céltica, salsa, tango, etcétera. Su alcance desestabiliza aun los órdenes y clasificaciones con base biológica, como ocurre en la transexualidad. Se habla, asimismo, de la necesidad de una educación híbrida para concientizar a los niños sobre la creatividad multicultural y alejarlos del racismo. Se usa la expresión para coches que combinan la mezcla de energía eléctrica y combustión interna, gastronomías que fusionan tradiciones étnicas o nacionales y arquitecturas eclécticas como las que asocian en un mismo edificio, siguiendo la lógica del posmodernismo, estilos de épocas diferentes.

No puede haber políticas sólo nacionales en un tiempo donde las mayores inversiones en cultura y los flujos comunicacionales más influyentes, o sea las industrias culturales, atraviesan fronteras, nos agrupan y conectan en forma globalizada, o al menos por regiones geoculturales o lingüísticas. Esta transnacionalización crece también, año tras año, con las migraciones internacionales que plantean desafíos inéditos a la gestión de la interculturalidad más allá de las fronteras de cada país. En esta perspectiva, la función principal de la política cultural no es afirmar identidades o dar elementos a los miembros de una cultura para que la idealicen, sino para que sean capaces de aprovechar la heterogeneidad y la variedad de mensajes disponibles y convivir con los otros.

Las voluntades políticas de los estados no se movilizan para cumplir con estos propósitos, al contrario, las agendas de los directivos de cultura tienen décadas de atraso, por tanto los intercambios culturales más influyentes se reducen a las cadenas televisivas que invaden los hogares latinos y portan nuevos símbolos, descontextualizados del modo de vida regional. Otros embajadores del intercambio cultural, son los emigrados o exiliados que han creados símbolos muy significativos entre los países de origen y el de destino, pero siempre de manera informal que nada tiene que ver con las acciones estatales de cambio o transformación en la vida cultural latinoamericana, “(…)solo la iniciativa privada aparece como la verdadera defensora de la libertad de creación y el único enlace entre las culturas nacionales y la cultura transnacional convertida en modelo y guía de la renovación”

Las juventudes tampoco escapan ante la influencia de las trasnacionales de la comunicación que amenazan los valores,  la seguridad por el futuro y la pérdida del sentido histórico en las nuevas generaciones. Este es el efecto de la sensibilidad mediática caracterizada por el  predominio de  películas de acción y de efectos relampagueantes sobre las narrativas de largo plazo; la intensidad de la comunicación instantánea que posibilita Internet, la avalancha de mensajes superfluos; la fugacidad de las modas, la información y las comunicaciones en los chats. Como bien afirma Canclini (1997): “La gestión mediática y mercantil del tiempo, empobrece la experiencia del pasado y las fantasías sobre el futuro, subordinándolos al presente”.

En las dos últimas décadas decreció la producción de libros, discos y películas en América Latina, se cerraron cines, librería, teatros, museos de arte y programas de apoyo a las culturas populares. Muchas editoriales y estaciones de radios han sido compradas por empresas extranjeras que reprograman desde patrones ajenos a la región. La crisis económica no permite financiar la cultura y la dejan en manos privadas, pero la finanzas privadas tampoco escapa a la crisis, esta situaron reduce la producción cultural endógena.

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